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8 de marzo de 2015
Hoy 8 de marzo en muchos países se celebra el Día Internacional de la Mujer. Para algunos es de la mujer trabajadora, otros hacen del día toda una semana de la mujer trabajadora, un sector opina no debe hacerse ninguna mención especial, que todos los días deben ser, y así surgen miles de pensamientos. Para eso está la democracia, para que todos tengan criterio propio.
Desde hace varios años el Copur realiza diversas actividades para resaltar la lucha, los logros y enfrentar los retos de las mujeres en el mundo deportivo. El deporte fue creado por hombres, para los hombres y estoy segura que en sus inicios jamás pensaron llegaría el día en que las mujeres buscarían la participación masiva y la igualdad de condiciones.
Poco a poco las federaciones internacionales han abierto las puertas para el deporte femenino, unos casi obligados por las políticas de igualdad promulgadas, otros buscando el espectáculo desde la belleza femenina, y varios sencillamente por el mercadeo y la publicidad pués saben que las mujeres representan una fuerte economía en todas las esferas sociales.
En los Juegos Olímpicos de Londres la participación femenina entre los atletas fue de un 45% para las feminas. Con la integracion de los nuevos deportes y los ajustes en la participación de otros, se busca que en Tokyo 2020 sea de un 50%. Si creen que con eso es suficiente, saben que, se equivocan. Todavía hay mucho que caminar para lograr enamorar al sector femenino como entrenadoras, periodistas, oficiales de mesa, jueces y líderes federativas. En estos momentos en el Copur sólo hay tres presidentas federativas, de un total de 33 federaciones, a saber: Luliana Avila (badminton), Rosana Roig (ecuestre) y Annie Cintrón (medicina deportiva). Reconozco que es difícil poner ese pie al frente de la línea, decir estoy aquí disponible y preparada. Necesitamos cambiar un poco esa actitud comformista si realmente queremos lograr posiciones de alto liderato, lo digo por experiencia propia.
Ayer me sentí muy emocionada en los actos de apertura del Festival Olímpico Femenino. La intuición, esa que no falla, me decía desde hacen días que sería un evento con mucha más participación que el pasado año. La fila de carros para entrar al Albergue Olímpico comenzaba a confirmarlo. La cantidad de chicas en la fila de la mesa de inscripción, el estacionamiento lleno desde temprano y las caritas tan alegres eran una muestra de lo importantes que se sentían de estar allí, en un evento sólo para mujeres. Verlas entrar en el desfile de atletas me conmovió grandemente, ellas son la razón de ser del evento, la búsqueda de más, muchas más. En mi breve mensaje pregunté cuantas estaban allí por primera vez, impresionada quedé con la cantidad de manos levantadas. Aplauso olímpico para ellas.
En esta ocasión dedicamos el Festival a dos grandes propulsoras del deporte, dos mandamás que han usado pantalones y faldas bien ajustadas, dos mujeres que han sido fuente de inspiración para mi: la Sra. Lisette «Kiki» Gaetán y la Dra. Acacia Rojas Davis. Doña Kiki fue la primera mujer en ser Delegada ante el Copur representando el tenis de mesa, donde comenzó siendo atleta y por muchos años fue su Presidenta. La Doctora, como le llamamos con cariño, fue una de las que presentó el balonmano a Puerto Rico, pues lo jugó en su natal España, y fue su principal líder por décadas. Ambas estaban impresionadas con la cantidad y las edades de las chicas participantes.
En un breve recorrido por algunos deportes, pude observar muchas familias disfrutando con sus niñas, para muchas su primer evento deportivo. Es talento nuevo que viene llegando, que hay que pulir, buscarle oportunidades, trabajar su físico, sus mentes, su deseo de representar al país. No todas llegarán al deporte olímpico de alto rendimiento, pero les aseguro recordarán sus hazañas y aprenderán del sacrificio, esfuerzo, compromiso, y trabajo en equipo.
De mi parte el evento llegó para quedarse. El Festival Olímpico Femenino tiene mucho potencial. Llegará el día que no daremos a vasto con un fin de semana nada más, que lleguen nuevos patrocinadores para elevarlo a la más alta esfera y que los medios de comunicación lo cubran como un evento importante para el país. Seguiremos trabajando para mejorarlo cada año pues las federaciones necesitan mejores atletas femeninas de cara al futuro. Soy una mujer bendecida y agradecida de las oportunidades que el deporte me ha brindado, sólo quiero poner mi granito de arena, nada más. El deporte con aroma de mujer continuará su desarrollo y Puerto Rico estará siempre presente.
