Son las 11:00 p.m., acabo de llegar al hotel de la ceremonia de clausura la cual estuvo mejor que la inaugural. Ceremonia corta, desfile con gran alegría de los atletas, luces, protocolo sencillo, darle la bienvenida a Lima 2019 donde serán los próximos Juegos, y un espectáculo artístico donde Pitbull, que no es de mis artistas favoritos, encendió el espectáculo. «Echa pa’ allá, to’ lo malo echa pa’ allá» puso a todos a movernos con su contagioso ritmo. Ver los fuegos artificiales desde la CN Tower fue la señal que Toronto 2015 estaba por concluir. Llevo días deseando regresar a casa, han sido días muy largos, 21 para ser exactos, pero siempre la nostalgia de concluir unos Juegos se asoma al final del camino.
Durante estos dos últimos días continuamos apoyando a los nuestros. Competencias en tenis de mesa, softbol, béisbol, voleibol y la premiación de boxeo cargaron mi agenda. Fue en boxeo donde me emocioné al ver a Mónica González recibir su medalla bronceada. Esta joven boxeadora, lleva poco tiempo en el boxeo aficionado. Su complicada vida ha sido plasmada por la magia de la televisión en una entrevista que le hiciera el crew del #EquipoPUR días después de haber sido anunciada como medallista. Ella cuenta como a tan corta edad ha pasado por situaciones difíciles de vida que la llevaron a ser confinada, y como el deporte se ha convertido en su mejor defensa para su rehabilitación. La noche de su premiación la dí un fuerte abrazo, y le confirmé que su vida de ahora en adelante tenía que ser distinta, que esa medalla representaba mucho para el país, y que estaríamos ahí para ayudarla a ser una mejor atleta. Y para cerrar con broche de oro su experiencia panamericana, la designamos Abanderada de la Delegación para la ceremonia de clausura. Les aseguro que nuestra bandera se lució en tarima en manos de una vida más rescatada por el deporte.
A Toronto llegamos con una proyección de obtener entre 18-22 medallas. Hoy el medallero nos certifica con sólo 15, una de oro, una de plata y 13 de bronce. Ayer un periodista me preguntaba si estaba desilucionada. Mi contestación fue clara «para nada». Es que no puedo estar desilucionada ni frustrada. Al contrario, soy una persona de mucha fe, estoy orgullosa del trabajo que realizaron nuestras federaciones y los atletas del #EquipoPUR. El nivel competitivo fue muy alto, más del esperado en unos Juegos donde la ciudad, la villa, los excelentes escenarios deportivos, la inmensa capacidad organizativa de Canadá, la fecha, su cercanía de varios campeonatos mundiales, y la celebración de los Juegos Olímpicos en nuestro continente han sido suficientes razones para que los mejores atletas llegaran a Toronto.
Los nuestros hicieron su labor, vinieron a dar lo mejor de si, como siempre lo han demostrado. Fueron meses de mucha preparación, dejando atrás sus estudios, trabajos, familia y sus comodidades en sus hogares. Todos entrenan para ganar, pero esto es una competencia y no todos llegan al podio. Sin mucho análisis, no puedo dejar de resaltar los cuartos lugares que nos llevamos por milésimas de segundos o puntuación, ni los juegos que perdimos en las últimas entradas o por malas decisiones de los jueces. Las lesiones fueron también parte fundamental que nos afecto el medallero. No todo ha sido derrotas, se lograron nuevas marcas personales, se rompieron récord nacionales, se lograron triunfos sobre contrincantes que nos ganaron en Veracruz, y ya hay tres posiciones adicionales obtenidas para Rio 2016.
Lamentable un pequeño sector del país aprovechó la ocasión para montarse en la ola y criticar la ejecución de nuestros atletas. Sus razones tendrán, muchas conocidas otras por conocer, muchos con conocimiento otros simplemente por hablar. Ese es el país que estamos viviendo, donde todo se critica, donde todo se juzga con negatividad, donde la aportación social del deporte no se mide, no se valora. La crisis es mucho más que económica, para algunos hay falta de tacto, de buena vibra, de modales, de tolerancia y deseos de bien para los demás. Una golondrina no hace verano. La mayoría del pueblo se ha desbordado de apoyo y solidaridad hacia nosotros. Sus expresiones en las redes, sus mensajes enviados en privado, varias columnas serias de periódico, llamadas, y mensajes de texto fueron suficiente motivación para seguir aquí. Les aseguro continuaremos trabajando con el mismo compromiso y dedicación de siempre, haremos todos los análisis de rigor y junto a las federaciones deportivas continuaremos buscando alternativas para mejorar el rendimiento de los nuestros.
Ya la llama panamericana de Toronto 2015 se extinguió. Gracias, mil gracias a todos los que aportaron de forma positiva a esta Delegación. Ustedes saben quienes son, esas hormigas que han estado ahí, detrás del telón, moviendo hilos, cargando granos, para llevar alegría al país. Hoy lucen cansados, poco se ha dormido, pero llevan en su pecho el nombre de Puerto Rico y en sus corazones un escudo olímpico tatuado que los hace caminar. Reciban mi gran aplauso olímpico, mi cariño, mis respetos y mi eterna admiración. Agradecida siempre y mis bendiciones para todos en el #EquipoPUR.