Sabor agridulce
agosto 21, 2016CARDONA… GRACIAS POR TANTO AMOR
junio 19, 2017“No pienses en los fracasos de hoy, sino en el éxito que puede llegar mañana. Te has propuesto una tarea difícil, pero tendrás éxito si perseveras, y encontrarás dicha en la superación de obstáculos”, frase célebre de Helen Adams Keller, escritora, oradora y activista política quien a muy temprana edad perdió la visión y la audición a causa de una enfermedad. Y es justo cuando leemos una frase tan poderosa, que viene de la mente de una persona sorda y ciega, que nos damos cuenta de cuantas excusas nos ponemos a diario para justificar ante nosotros mismos el no alcanzar una meta. Queremos, pretendemos, soñamos, trabajamos para perseguir lo anhelado, pero sabemos que a veces lo hacemos a medio pocillo y dejamos al azar o a la ayuda de Dios la otra mitad de nuestro esfuerzo.
Perseverar está definido en la Real Academia Española como “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en un opinión”, y en otro significado como “durar permanentemente o por largo tiempo”. Muy real la frase cuando dice “tendrás éxito si perseveras”, sólo el que persevera triunfa. Hay que repetir, repetir, repetir y repetir lo que deseamos conquistar. Debemos hacerlo de forma prolongada, día a día, semana tras semana, año tras año. Ningún triunfo importante se logra de la noche a la mañana, ninguno.
El deporte es una finca grande para el cultivo de la perseverancia. Cada atleta, entrenador, árbitro y líder deportivo es una muestra finamente cosechada, como los frutos orgánicos, de cuanto hay que luchar con consistencia para llegar a la meta. Es un proceso que a veces tarda años, lleno de espinas, lesiones, decisiones, distracciones y a veces hasta malabares, que nos requieren de mil destrezas para mantenernos enfocados en el camino.
Para la mujer en el deporte este proceso podría ser más largo y a veces hasta angustioso. Presiones culturales y estigmas sociales relacionados al trabajo y la formación familiar hacen esta ruta una tan empinada como la Carretera 120 hacia el Monte del Estado. Aún recuerdo cuando surgió la oportunidad de nominarme para la Presidencia del Comité Olimpico. Convencerme a mí misma fue la parte más difícil. Uno comienza a cuestionarse tantos asuntos, sabiendo que tienes una gran oportunidad pero que debes tomar una decisión que cambiará tu forma de vida. Hoy, superada con ganancias esta etapa, no pienso en los fracasos, me encantan los retos y siempre estoy buscando maneras de lograr las metas con entusiasmo y sobretodo con positivismo. Siempre tendremos gente alrededor que persevera y que a veces sólo esperan que les extiendas la mano para alcanzar el próximo nivel, y esa parte de mi trabajo es fascinante.
“Al infinito y más allá”, así decía un famoso personaje de las películas. Iniciamos marzo, marzo de color rosa, fecha donde celebramos los triunfos, sueños e historias de éxito de las mujeres en el deporte olímpico puertorriqueño. Campeonas que se esfuerzan en algunas de nuestras federaciones y en nuestro entorno, logrando hacer balance en sus vidas profesionales y familiares. Madres, esposas e hijas que tienen una agenda de vida llena, donde las inmensas satisfacciones recibidas son a veces la mejor recompensa y motivación para levantarse al día siguiente.
Hay tiempo para todo, si te organizas y perseveras con ahínco, el éxito llegará y veras que el infinito no existe, que el infinito solamente lo creas Tú.
La autora de este escrito es:
Sara Rosario Vélez, Presidenta Comité Olímpico de Puerto Rico