MISAS SUELTAS

Ya en la quietud de mi hogar, luego de tener un descanso breve ayer, día de mi cumpleaños, me siento a escribir este último blog sobre Tokyo 2020. Durante esos 21 días en tierra japonés, pude observar cómo la ciudad de Tokyo vive. De esas vivencias y otras misas sueltas les quiero contar:

1. La ciudad es muy linda, llena de edificios por doquier, sumamente limpia, las carreteras en excelente estado, llena de puentes para cruzar de una isla a otra y peajes en muchos lugares en el centro de la ciudad. La arquitectura es muy diversa, cada edificación es distinta, diseños muy hermosos y aún los edificios viejos lucen muy bien.

2. Tokyo está catalogada como una de las ciudades más caras del mundo. Para que tenga una idea, por un hamburger con papas y refresco, pague $50 USD y una ensalada Caesar con pollo costó $30 USD en el hotel.

3. Los japoneses son personas muy educadas y trabajadoras. Todos los voluntarios que nos atendieron fueron muy amables, y aún los que no hablaban inglés, se desvivían por hacer su trabajo con eficiencia. El conductor que me asignaron era un CEO de una empresa japonesa, y a pesar de que su horario era de 9 horas diarias, se quedaba conmigo hasta el final de la noche porque me decía era su responsabilidad. Las despedidas con ellos siempre son nostálgicas, es gente que llegas a apreciar y a conocer un poco por el tiempo que compartes durante los Juegos.

4. Jamás vi un tapón en la ciudad. El tren es el medio de transporte masivo, y mucha, pero que mucha gente, usa la bicicleta para transportarse. Los estacionamientos de las bicicletas en los edificios y empresas te dan una idea de lo mucho que lo usan sus residentes. Por dondequiera puedes observar a familias enteras, y hasta abuelitos, cada cual en su bicicleta. Los peatones y las bicicletas siempre, pero siempre, tienen el derecho a cruzar las calles primeros, así que los vehículos tienen que esperar que la gente cruce para luego ellos seguir.

5. El clima estaba muy caluroso, el sol sale a las 4:30 a.m., y ya a las 9:00 a.m. hace un calor infernal. El aire es muy limpio, el cielo casi siempre está despejado y nítido con su color azul. Es una ciudad que vive pendiente al clima, las tormentas, los tifones y hasta los temblores suceden con mucha frecuencia. Durante nuestra estadía sucedieron varios temblores, gracias a Dios yo no sentí ninguno.

6. Los Juegos Olímpicos culminaron de forma exitosa. Sentarme ahora a reflexionar sobre la celebración del evento, que hasta hace meses atrás estaban en incertidumbre total, me llena de satisfacción porque fueron muchos los ajustes que realizó el Comite Organizador, junto al COI, para lograr la realización del evento. Aunque fueron los Juegos de las restricciones y el distanciamiento social, estuvieron muy bien organizados y realmente fueron un éxito total.

7. Lo único que faltó fue el público en las gradas. Esa conexión del público con los atletas, la algarabía que llevan, la diversidad de gente con sus banderas y vestimenta nacional, hizo falta en los eventos. Muchas instalaciones, todas de primer nivel, lucían muy solitarias. Muy difícil de entender porque no había público en los Juegos Olímpicos, pero en eventos de otros deportes en el país, si había público en las gradas. Jamás vi ninguna protesta en los alrededores, al contrario, lo que pude observar era gente que se aglutinaba en las calles para saludar a los vehículos oficiales durante las ceremonias de apertura y clausura. Las encuestas que decían que los japoneses no querían los Juegos allí, no sé cuan certeras fueron.

8. Ni me pregunten a que lugares fui a Tokyo. No vimos nada que no fuera la Villa y los escenarios deportivos para ver a los nuestros. Fui a verlos a todos competir, aun con las distancias y los horarios distintos, me aseguré de visitar a cada atleta del EquipoPUR. El Comite Organizador estableció un periodo de catorce días antes de poder moverte a otro lugar en la ciudad. No visité nada, no fue necesario, siempre puse la salud mía y de mi gente primero; así que en algún momento de la vida visitaré Tokyo como turista, pues debe ser una ciudad sumamente interesante. Desde ahora tendré que iniciar a ahorrar si quiero hacerlo, porque seguro serán unas vacaciones costosas.

9. Ya todos en casita, luego de un viaje largo y agotador. El vuelo de Tokyo a Chicago fue de 12 horas. La espera ahí se supone fuera de 7 horas y terminó siendo de 12 horas más, y luego de cinco horas llegamos a San Juan. Eran como las 3:30 de la madrugada de ayer, 10 de agosto, cuando desde el avión pude distinguir que entramos por Punta Salinas, Toa Baja, y cuanta felicidad sentí en mi corazón. Llegar a casa siempre es placentero, nada como la cama y la almohada de uno. Aquí estoy en aislamiento, trabajando desde casa, hasta el viernes que me haré una PCR para entonces ser una persona libre en la comunidad. Esta ha sido la recomendación del Departamento de Salud y así lo estaré haciendo. Ni mi cumpleaños ayer, ni el de mi mamita hoy, me hará salir de casa, así que en el wikén espero poder celebrarlo.

10. Arigato, palabra japonesa que significa gracias, mil Arigatos a todos ustedes por estar ahí pendiente a través de este blog. Narrarles desde mi perspectiva lo que sucedió en Tokyo 2020, es algo que me disfruté mucho. Gracias los 37 atletas, los entrenadores y oficiales de la Delegación, los Delegados del COPUR, los patrocinadores, y al el equipazo de Misión, el DAR y Servicios Médicos que estuvieron en Finlandia y en Tokyo. Llegar a Puerto Rico con otra medalla de ORO, la segunda alcanzada en la historia, de forma consecutiva, de otra atleta femenina, me hace sentir orgullosa y satisfecha del trabajo realizado por tanta gente, gente que día a día se enrolla las mangas para aportar inmensamente al movimiento olímpico puertorriqueño. Subir al primer lugar del podio con Jasmine Camacho Quinn, escuchar La Borinqueña, ver la Monoestrellada en lo más alto, traer alegría y orgullo al país, me hace sentir felizzzzz, honrada y privilegiada. A cargar baterías ahora, que Cali, El Salvador, Santiago y Paris están a la vuelta de la esquina. Bandera en mano estuvimos presente en Tokyo 2020, y otra vez llegamos a Puerto Rico con la MISIÓN MÁS QUE CUMPLIDA.